Animales y animalejos

Algunos maúllan, otros ladran, croan o incluso los hay que hablan. Muchos de ellos son fieles compañeros de los protagonistas, tanto que aunque no lo admitan, sin ellos nada sería lo mismo. Claro que también los hay vagos y holgazanes,traviesos y hasta tontos, pero todos ellos tienen algo en común, su presencia nos evoca inmediatamente el libro en cuestión.

¿Quiénes son ellos?

Sí, habéis acertado: Los animales.

Esta vez vengo a hablaros de dos animales menos comunes, pero igual de reproducidos en los cuentos o novelas. No siempre el animal es una mascota o sirve para hacer compañía, a veces es parte activa de la historia, es una ayuda sin la que la trama en el libro no avanzaría.

Es el caso de los sapos.

 Hay muchos cuentos infantiles que nos hablan de una princesa que tiene que besar a un repugnante sapito (pobre sapito) que al final resulta ser el príncipe encantador. Este, por culpa de una bruja, se ha transformado en ese pegajoso y pequeño animal. Si habéis tenido infancia, sabréis que solo un beso de amor verdadero lo convertirá en ser humano de nuevo.

Ahora me pregunto cómo era posible que en todos los cuentos la cura para cualquier mal sea un beso de amor verdadero, un pequeño roce de labios y…. BUM todos viviendo felices y comiendo perdices. Maravillosos esos besos, ya podían funcionar en la vida real.

Otro sapo muy conocido es Trevor, la mascota de Neville Longbottom en Harry Potter. Un sapo que parece ser muy activo, porque a Neville siempre se le está escapando de las manos, y rara vez sabe dónde está. Estos sapos independientes…

El segundo de los animalejos que hoy nos trae aquí es el lobo.

 Debería decir animal y no animalejo, ya que estos mamíferos se hacen respetar. Bellos, grandes, fieros, con grandes y blancos dientes… los lobos no se andan con chiquitas, y mucho menos los lobos huargo de “Canción de Hielo y fuego”. Viento gris, Fantasma, Dama, Verano, Peludo y Nymeria son grandes y feroces, y no dudarán en morderte donde sea preciso para defender a sus dueños.

Con lo monos que eran de cachorros… casi tanto como estos gatitos *-* 

Te miran y te dicen quiéreme, quiéreme, quiéreme. ¿Y como no lo vas a hacer? Si son la monosidad más grande que he visto nunca. Pero no voy a hablar más de gatos que ya lo hice en su día aquí.

Volviendo al tema. Hay infinidad de lobos en nuestra narrativa infantil, desde el malvado lobo de caperucita roja, los tres cerditos o el de los siete cabritillos (pobre como termina el último de ellos). 

También los encontramos en la literatura juvenil, dónde hasta están en el título de la famosa trilogía de Maite Carranza “El clan de la loba”. Y ya no me meto en la categoría de hombres lobo, porque eso me da para un post completo.

¿Los crepuscu-lobos entran en esta categoría? ¿Y los de Mercy Falls? ¿Qué opinais?

Hasta aquí mi post animal de hoy.

Miauuu. Nos leemos.